El estrés y la fisioterapia
El estrés. Nuestro enemigo silencioso.
A menudo pensamos que el estrés es algo pasajero y con descansar un poco se soluciona. No es así. Aunque no te des cuenta, el estrés afecta a tu salud.
La prisa como estilo de vida.
El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo cuando percibimos una amenaza o peligro. Este tiene un componente hereditario, pero no de nuestros padres, si no de nuestros más antiguos antepasados. Antes de que existieran siquiera las civilizaciones, los seres humanos se dedicaban a la caza, y a menudo se enfrentaban a grandes peligros. En esta situación, se activaba un instinto para escapar o luchar. Esta respuesta rápida funcionaba por la liberación de hormonas, el estrés.
Ahora vivimos en un mundo moderno y no necesitemos cazar ni enfrentarnos a grandes peligros. Sin embargo, los problemas relacionados con el trabajo o las finanzas, la prisa como estilo de vida, desencadenan en nuestro cuerpo ese instinto, esa alerta, el estrés.
La sociedad actual, marcada por el ritmo de vida desenfrenado de la cultura occidental, se caracteriza por las prisas. Las prisas son las protagonistas de nuestro día a día.
Convertidas en todo un estilo de vida, nos hacen que sintamos que si no vamos corriendo de un lado para otro, no estamos ocupados, y lo que es más importante, que no somos profesionales. Nos valoramos por la prisa y medimos nuestra autoestima en base a ella.
A pesar de que todos conocemos el famoso refrán «vísteme despacio que tengo prisa», hemos llegado a tal punto que hemos olvidado que hacer las cosas «a prisa y corriendo» (otro dicho comunmente conocido) solo provoca descuidos, olvidos, desconcentración y por tanto, errores. Y es que como decía Gilbert Keith Cherstenton: «una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo”.
Cómo afecta el estrés a nuestro cuerpo
Si solo leyendo el apartado anterior ya sientes la sensación que provoca este estilo de vida en nuestro cuerpo, puedes imaginarte lo que supone para tu cuerpo el día a día.
Aunque seguro que conoces perfectamente esta sensación, puede que no seas conscientes de todos los efectos negativos que esta tiene para tu cuerpo. ¿Te cuesta dormir? ¿Sueles tener dolores de cabeza? ¿Dolores musculares? ¿Dolor de pecho? ¿Fatiga? Tu cuerpo está respondiendo a las prisas y al estrés que estas conlleva.
Entre las consecuencias que sufre tu cuerpo debido al estrés, destacan:
- Cefaleas.
- Insomnio.
- Falta de concentración.
- Problemas sexuales.
- Dolor muscular.
- Aumento de la presión arterial.
- Problemas de corazón.
- Debilitamiento.
- Cansancio excesivo.
- Variaciones de peso.
- Ansiedad.
- Depresión.
- Acné y eczemas en la piel.
Beneficios de la fisioterapia para el estrés
La fisioterapia es una gran aliada para aliviar la larga lista de síntomas que nuestro cuerpo sufre como consecuencia del estrés.
Con sus terapias, la fisioterapia ayuda a:
- Reducir la tensión muscular.
- Mejorar la movilidad.
- Relajar el cuerpo y la mente.
- Mejorar el descanso y la calidad del sueño.
Además, tu fisioterapeuta sabrá aconsejarte técnicas fantásticas que puedes, y debes, introducir en tu rutina diaria y te ayudarán con ese estrés. El deporte, yoga o pilates son grandes opciones.
Aunque como has visto la fisioterapia puede ser una gran ayuda si sufres estrés, y es una gran opción que recurras a ella para aliviar tus síntomas, el cambio real comienza en ti.
Es mejor prevenir que curar (si es que el refranero español es muy sabio). En vez de conformarte con vivir en ese ritmo desenfrenado y después curar las consecuencias que sufre tu cuerpo, ¿por que no haces algo por evitarlo? Prioriza, piensa que es importante y deja para más adelante lo que no lo es. Piensa si realmente estás ganando tiempo gracias a las prisas, o estás perdiendo calidad de vida por culpa de ellas.